De las manos de mi abuela al paladar de todos....

Existe en el folklore venezolano una hermosísima canción, interpretada por ese grande de nuestra música criolla, Gualberto Ibarreto, que describe  la esencia de nuestras abuelas, Mi Abuela, se llama y habla en forma muy simple de las maravilla que irradian esos seres,  pilares de nuestra casas y nuestras familias. De las mías, mis abuelas, puedo hablarles de cuatro extraordinarias mujeres, cuya característica principal es el amor que ponían  en todo lo que hacían.

Mi bisabuela materna, Aurora, de quien seguramente herede, no solo el nombre, sino la pasión por los fogones, fue una mujer muy trabajadora que hizo de la cocina un arte, no la conocí, murió antes que yo naciera, pero me cuenta mi madre que de sus manos salían piezas de arte convertidas en manjares de la dulcería criolla, caraqueña, especialmente.  Cuando hablamos de dulcería venezolana se hace referencia a una lista extensa de postres, tortas, golosinas y demás dulces, que con el pasar del tiempo se han hecho parte de nuestras tradiciones y de nuestras costumbres culinarias. En un principio contamos con una gama de dulces que se confeccionaban básicamente con papelón (panela de azúcar morena de caña), harina de maíz y frutas como el coco, el cambur  (banana, plátano) y la guayaba. De mi bisabuela, el majarete, el cual consiste en una mezcla de harina de maíz, papelón, leche y coco rallado, espolvoreado con canela, también mermeladas y conservas. No tuve el placer de probarlos,  pero estoy segura que si mi madre y tías echaran mano a su memoria y plasmaran sus recetas haríamos un hermoso libro, que además de recopilar su infinidad de secretos culinarios, serviría como un hermoso homenaje a nuestra Aurora. Allí les dejo la idea.

¿qué iba a saber mi abuela las reglas del castellano?

si mi abuela se paraba a bregar desde temprano

si mi abuela se paraba a bregar desde temprano

Mi bisabuela paterna, Mama Rosa, trajo del oriente de mi país, toda su fuerza y vigor, incasable, luchadora, referencia obligada para nietos y bisnietos, guardo en mi memoria toda su autenticidad, tan así, que se creó su propio idioma para hablarnos, inolvidable su lenguaje onomatopéyico de "efes", cargado de sabios consejos. Para mí fue la creadora de las bebidas energizantes y las dietas de alto contenido nutricional, a menudo resaltaba los dones del Vino Sansón,  del ojo del pescado y de "lo sano de un buen caldo de pata de gallina".  Y cuanta razón tenía, hoy no paramos de correr detrás del Omega 3,  las  vitaminas A, C,  del complejo B y de minerales como: el hierro y el zinc, que contienen abundantemente estos alimentos. Se nos fue a los 96 años, haciendo alarde de fortaleza, resbalo de una escalera al tratar de colgar una planta, martillo (o seria taladro?) en mano. Estoy segura que no la vencieron  las lesiones de sus cansados huesos, sino el saberse impotente postrada en una cama.   

¿qué iba a saber mi abuela de manicure y pedicure?

si mi abuela se bañaba siempre con jabón azul

Mi abuela materna, Micaela, mujer moderna, adelantada a su época, trabajaba en la calle cuando todavía la mujer no llevaba las riendas de su vida, siempre aferrada a su máquina de coser, creando, Micaemil su marca, su música clásica acompañándola mientras vestía las ilusionas de muchas reinas de belleza, autodidacta de gran cultura, no era frecuente verla en la cocina, pero les aseguro que jamás he probado caraotas (frijoles) más ricas, hablare de ella un artículo dedicado a los granos. Y aunque sus recuerdos se encuentran en las manos de ese alemán, de cuyo nombre no quiero ni acordarme, todavía lucha con la vida.

¿ Y cómo sabia mi abuela de esa moda tan fatal?

porque ella nos basteaba con aguja y con dedal

Como luchando esta mi abuela materna, Carmen, Yaya, para sus nietos, para superar una crisis de salud que la mantiene en camita, Fuerza, Abuela! Si hay aromas y sabores clavados en mi memoria, provienen de este fogón, extraordinaria cocinera, de esas instintivas, conocedora del punto exacto y la medida perfecta, como buena oriental: del ají dulce su esencia y del pescado su efusión, famosas sus hallacas de pescado, insuperables  sus conservas de coco, guayaba y piña,  sus empanadas y sus arepitas dulces... mi inspiración

mi abuela nunca aprendió lo que es la geometría

pero una arepa en sus manos redondita le salía

¿qué iba a saber mi abuela de política barata?

si mi abuela no ofrecía para no meter la pata

Para los que estamos lejos de Venezuela, el olor del papelón y el anís nos evocan momentos pasados y nos hacen amar la cocina venezolana y sus aromas,  como ya les dije son las Arepitas Dulces un desayuno o una merienda ideal, conozcamos la receta (es la que más se parece a la de mi abuela, porque jamás me la ha dado, secretos de autentico Chef, que se la va hacer!) :

Ingredientes:

½ Kg. de harina de maíz pre-cocida. La que usa para hacer arepas

1/2 panela de papelón ó en su defecto 4 cdas. de azúcar

3 cucharaditas de anís en granos

1/2 litro de agua aprox.

1 pizca de sal

Aceite de girasol o maíz para freír (abundante)

Preparación: Llevar a fuego el agua junto, al papelón y el anís hasta obtener un ‘melado’ (almíbar)  no muy grueso, se cocina hasta que el papelón se deshaga. Se deja enfriar. Cuando el melado esté a temperatura ambiente, añadir la sal, y la harina poco a poco hasta obtener una masa suave y consistente. Si no se consigue el papelón, al 1/2 lit. de agua agregarle el anís y las 4 cdas. de azúcar .Hay que dejar reposar un rato, unos minutos, porque la harina de maíz pre cocida tarda un poco en hidratar. Si se siente la masa poco hidratada, agregar un poco de agua y si está muy blanda agregar un poquitín más de harina, la masa tiene que quedar manejable.

Se divide la masa en bolitas, tamaño deseado, se pueden hacer con la mano formando una bolita, y aplastándola para que quede muy fina como un creps, o se agarra un pedazo de plástico le pone un poquito de aceite para que la masa no se pegue, y aplastas la bolita de masa hasta formar una arepita lo más fina posible.

Se pone a calentar el aceite, en un caldero o en una ollita alta para poner suficiente aceite, el "truco" para que se abomben es que el aceite debe estar bien caliente y debe ser abundante para que "naden" en él. Freírlas hasta que estén doraditas y abombaditas.

Mi versión de la Empanada Venezolana: Con las arepitas de mi abuela como fuente de inspiración y con la Empanada, ese desayuno infalible en el hogar venezolano, hago un delicioso hibrido, que he denominado la Empanada de Anís, utilizando los mismos ingredientes de la Arepita Dulce, hago mi masa para empanadas, mi truco:  yo amaso con agua caliente y  harina de trigo. Mezclo todo hasta que tenga una buena consistencia, que este maleable,  luego buscar un papel de plástico y estirarlo en la mesa,  hacer  una bolita de masa, dependiendo del tamaño de tu empanada y aplastarla en el plástico hasta que quede fina la masa. Le  agrego  el relleno.

Aquí  hago un aparte, porque como mi masa tiene Anís y Papelón, busco un relleno que contraste, hago una mezcla de queso de cabra con mozarela, esa para pizza y cualquier queso blanco fresco . No te puedes imaginar que magia de sabor, no te pases con el queso de cabra, solo un punto.

Finalmente, se dobla el papel pastico de modo que quede una media luna, para ello puedes usar un recipiente redondo o un plato para presionarla y que quede bien sellada. Mismo procedimiento al freír que para la arepita.

Este articulo me salió muy personal y  bastante venezolano, que le voy a hacer si naci en esa Tierra de Gracia, espero que igualmente lo disfruten aquellos que aun no están identificados con nuestra cultura. Ah! Y gracias Gualberto por el acompañamiento.  Y ahora me voy, con mi Empanadita de Anís, mi Café con Leche bien cremoso a repasar bellos momentos desde mi jardín. A su salud, Abuelas!!!

                                  ¿qué iba a saber mi abuela. .? y ni se lo imaginaba............

que este mundo no es el mundo que pa'  sus nietos soñaba

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